domingo, 13 de noviembre de 2011

de ausencias y decepciones

Cíclicamente, como los resfriados, estallan en nuestra asamblea arrebatos de decepción ante la realidad visible, concretada en este caso en que, con cierta frecuencia, nos reunimos en las asambleas semanales poca gente. A mí, que no me parece tan poca, y menos en Rota, me preocupan sin embargo otros elementos colaterales que están pero no aparecen, y de ello quiero hablar hoy. Sobre todo, de argumentos, excusas y motivaciones.

En todo colectivo que se une alrededor de una o varias ideas para trabajar en pos de un necesario cambio social, lo habitual es que en una primera fase, la de la euforia, haya mucha gente, que se presenten numerosos voluntarios para cada tarea y que se difunda un énfasis contagioso que a todos anima y altera el ánimo. Más todavía ha ocurrido en un movimiento como el nuestro en el que se desarrollan y escenifican, además, formas nuevas y muy atractivas de participación y respeto, gestos inéditos, maneras diferentes de relacionarse y un alto grado de armonía y contacto humano al enaltecerse colectivamente el concepto y el valor de las
personas, tanto en las propias asambleas como entre los participantes y amigos del movimiento. Esto es normal, y ha sido común en todos los sitios donde surgió con fuerza el 15M.

Luego, ya, vino el tío Paco con la rebaja. A medida que han ido pasando los días, las semanas y los meses, cada uno fue depurando sus posiciones y fue entonces cuando aparecieron, lejanas las euforias iniciales, las auténticas disposiciones individuales, reales y concretas. De modo que cada quien, poquito a poco, conscientemente o sin analizarlo, que tanto da, ha ido ocupando su
lugar natural en el grado del compromiso para con la idea común, que es lo lógico. Dando por descontado, además, que por definición es el nuestro un movimiento en el que participa el que quiere, cuando quiere y como quiere. A nadie, nunca, se le pone falta. Yo entiendo que eso es lo normal y ni me escandaliza ni me parece ningún demérito, sino todo lo contrario, que se den niveles diferenciados de compromiso hacia el movimiento, que existan los que están y son, los que son pero no van o van poco, los que se cansan pero apoyan en lo que sea, los que solo están para las manis y las acciones importantes, los que se sienten pero no participan, los que podéis contar siempre conmigo..., y así hasta miles (perdón, exagero, ¿me creeríais cientos) de niveles diferentes y TODOS ELLOS, para mí, plenamente respetables y respetados. Es más, afirmo rotundamente que aviados iríamos si estos grados o niveles o llámales hache de aceptación y compromiso para con el movimiento 15M no existieran, porque son -entre otras cosas- un auténtico puente hacia el resto del pueblo, del que los más “militantes” tienden de forma natural a despegarse.

También están, y deben estar, los que siguen presentes y comprometidos con los trabajos y las acciones y las asambleas semana tras semana. El núcleo duro, que le llamo. A su manera, como saben y/o como pueden, son los que mantienen viva la llama del movimiento, los que avanzan, inventan, escuchan y salen al paso del cada día.
Yo estoy muy feliz de formar parte de este grupo, cuyo principal mérito es el de soplar el fuego para que no se apague. Es más, en los sitios en que no ha habido un grupo similar, el 15M se ha diluido. No ha desaparecido, eso lo tengo claro, pero no actúa ni evoluciona ni avanza y, si no aparecen movilizaciones generales que lo alienten, dormirá el sueño de los justos. Este grupo, de entidad variable, que numéricamente oscila entre las siete y los veinte personas, es el responsable directo de que en estos casi seis meses el 15M se haya personado en multitud de actos ante nuestro pueblo, hayan aparecido y se hayan defendido sus posiciones en prensa, radio y televisión con tanta frecuencia, se haya marcado de cerca a las autoridades municipales o al vicepresidente del Gobierno, se hayan denunciado ante la población escándalos como la falsa construcción del nuevo centro de salud o los vertidos de aguas negras a las playas... Gracias principalmente a su esfuerzo y su trabajo crece día a día nuestra página de FB, auténtico referente para muchos, de aquí y de fuera, por su vitalidad y por la cantidad de información que ofrece, alienta nuestro blog, incrementamos nuestros dosieres y la alcaldesa nos tiene que recibir a su pesar, mientras es evidente que el movimiento ha despertado un poderoso ámbito de respeto entre políticos locales y, sobre todo, en el tejido social de nuestra Villa. Lo mismo no somos tan pocos ni lo hacemos tan mal.

Pero el caso es que, cuando deberíamos estar orgullosos de nuestro trabajo y felices como perdices por estar haciendo avanzar las perspectivas de movilización imprescindibles para alentar el cambio social que pretendemos, y encontrar en ello las fuerzas y ánimos necesarios para el esfuerzo del cada día, que no es poco -todo hay que decirlo- ni sencillo, cuando deberíamos asumir con naturalidad lo antedicho y comprender hasta qué punto son normales y hasta beneficiosos los diferentes niveles de compromiso de cada quisqui en cada momento, sin embargo, de vez en cuando, se escuchan voces en las asambleas que se manifiestan
decepcionadas ante lo que denominan ausencias -que para mí no lo son, como acabo de resumir- y claman al cielo por ello los unos o buscan la causa en hipotéticos defectos nuestros los otros. No estoy de acuerdo con ninguna de estas dos posiciones. Con los primeros, por lo que ya he explicado, espero que con la exactitud que pretendía, y con los segundos porque, independientemente de que lo estemos haciendo mejor o peor -siempre, según creo, de la mejor manera que sabemos y podemos-, las razones para que cada uno mantenga el nivel de presencia o de compromiso con el movimiento son esencialmente las subjetivas de cada uno, como he dicho absolutamente respetables y respetadas, aunque haya quienes necesiten encontrar algún tipo de excusas atrabiliarias para justificar una ausencia de la que nadie les pide cuentas.

Yo, al menos, el día en que deje de creer que así, como os las he contado, son las cosas, cogeré el portante y me retiraré a mis cuarteles de invierno, feliz de haber compartido con todos, los que están y los que vienen a veces, los que se quejan y los que no, los satisfechos y los decepcionados, esta lucha que o bien se encuentra y pervive en los adentros de cada uno o no irá nunca a ninguna parte.

Antonio Piera

domingo, 6 de noviembre de 2011

esta es nuestra postura

Al repasar este blog, he caído en la cuenta de que la última entrada de Manolo A se refiere a una posición que no está reflejada en estas mismas páginas, por lo que paso a resolver esta contradicción y a publicar aquí, como se debería haber hacho antes, el contenido de la decisión de nuestra asamblea. Gracias a todxs. (A)


La Asamblea Democracia Real Ya de Rota,
ante las próximas elecciones del 20N,
quiere manifestar:

  • que una democracia en la que el pueblo participa solo cada cuatro años no es realmente una democracia,
  • que mientras no existan y se utilicen auténticos cauces para que el pueblo opine sobre los asuntos del Estado que tanto influyen en sus vidas, estas votaciones solo sirven para secuestrar su voluntad cada cuatro años,
  • que no existe ningún compromiso de los partidos por cumplir lo queprometen en las costosas campañas electorales, por lo que dicen lo que sea para ganar votos y luego hacen lo que les parece,
  • que congresistas y senadores se convierten de inmediato en una clase política escandalosamente privilegiada que solo obedece a la disciplina de su partido y que se olvida del pueblo que les votó,
  • que, en estas circunstancias, ir a votar es tan solo una ceremonia que carece de sentido y que únicamente sirve a los políticos para justificardespués su mala gestión porque se dicen representantes del pueblo

pero...
  • No nos representan ni queremos ser sus cautivos cada cuatro años.
  • No nos representan porque sus privilegios dan vergüenza ajena.
  • No nos representan porque no nos escuchan ni les interesamos.
  • No nos representan porque ya sabemos que nunca cumplen.
  • No nos representan ni nos van a representar tampoco tras el 20N.
  • No nos representan porque no somos mercancía en sus manos.

Por todo ello, y hasta que el pueblo no consiga trasformar esta falsa versión de la Democracia en otra que nos represente y sirva realmente, la Asambleaconsidera que ir a votar el 20N no sirve más que para prolongar la farsa y facilitar a quienes luego no nos representan cierta justificación democrática, por lo que llamamos al pueblo de Rota a la abstención activa en estas elecciones. Laabstención es una manera de castigar a la clase política que nos está llevando al mayor desamparo y de decirles claramente que no estamos de acuerdo con su forma de actuar en esta crisis. ¡DEMOCRACIA REAL YA!

Nota.- Siendo ésta la posición general consensuada por los miembros de nuestra Asamblea, deseamos manifestar nuestro respeto hacia cualquier decisión que tomen los ciudadanos al respecto, y deseamos asegurarles que la lucha por un marco político auténticamente democrático para nuestro pueblo continuará tras el 20N.

sábado, 5 de noviembre de 2011

ante las elecciones del 20N

La exposición pública de la postura del Movimiento 15-M en Rota ante las Elecciones Generales del 20-N ha producido una reacción tan diversa que sería bueno dar algunas de las razones para que se entienda porqué se toma esta opción y no otras.

La experiencia nos ha demostrado que si en un principio la opción socialista podía satisfacer dentro de las limitaciones que le permitía el poder económico nuestras aspiraciones, aunque solo fuese como creadores de ciertos niveles de bienestar y de una real preocupación social a pesar de las dificultades, la aparición de la crisis económica ha mediatizado por completo su programa y les ha llevado a creer ciegamente en la disciplina que imponen los mercados olvidándose por completo de lo que dicen representar. Con esto han dado el colofón absurdo a una legislatura desaprovechada para decir la verdad y demostrar que se estaba con el pueblo y no con el capital, como se ha demostrado. 

La derecha representada por el Partido Popular, nos ha mostrado en todas las ocasiones en las que ha tenido la opción de gobernar cuáles son para ellos sus prioridades. Los ejemplos de cómo gestionan las autonomías en que gobiernan nos dice claramente lo qué piensan en cuanto a cómo afrontar la crisis. 

Esas son las dos opciones que tienen posibilidades de asumir la responsabilidad. Todos suponemos quién va a ganar, pero si no fuera el caso, tampoco encontraríamos mucha diferencia. ¿Acaso tiene sentido votar a una de las dos opciones?

Ahora el numerito de ¿anonymus?: resulta que bajo no sé que autoridad vienen a vendernos la burra de que hay que votar a los partidos pequeños. El movimiento15-M se ha caracterizado siempre por desconfiar de los políticos y no tiene sentido ahora cambiar la postura sin ninguna reflexión por nuestra parte. ¿Qué quieren que votemos a aquellos que son pequeños porque los otros no les han permitido crecer? Lo único que buscan es tener su oportunidad de hacer lo mismo que los otros. 

¿Acaso UPyD, cuya lideresa, Rosa Díez, que no la aguantan ni en su pueblo, no busca nada más que recuperar el protagonismo que perdió cuando no la eligieron como candidata del Partido Socialista y está buscando la revancha? ¿O en el que como miembro destacado tienen a Fernado Savater, el pedante ese que nos llamó “mastuertos”(sic) a la gente del 15-M (el insulto no debe ser muy grave pues la palabrita no está en el diccionario)?

¿O a esa infinita sopa de letras que suponen los partidos minoritarios, que si tuvieran verdadera voluntad de servir al pueblo hubieran procurado buscar una candidatura de unidad? Esta quizá haya sido la verdadera tristeza de estas elecciones. El movimiento 15-M, que sigue contando con un 70% aproximadamente de simpatías, había preparado el caldo de cultivo para que una coalición de partidos comprometidos con la de verdadera democracia hubiera sabido recoger las expectativas que hemos creado y convertirlas en apoyos electorales. No ha de ser el movimiento quien lo plantee, por eso no lo hemos hecho. 

Al no darse la premisa no tiene sentido repartir todos los posibles votos entre un montón de opciones, que se impedirán unas a otras salir del pozo. Eso es mucho más dañino que lo pueda influir el voto en blanco, e incluso van a hacerse más daño que el vergonzoso límite del 3%, el mayor de los males de esta ley electoral.

Encima algunos, en lugar de buscar amigos se buscan lo contrario: Equo poniendo a parir a Izquierda Unida, para quitarle algún voto; en lugar de buscar la posibilidad de trabajar en conjunto. Al final los que más lo van a sufrir son quienes menos se lo merecen. Con todas estas historias será Izquierda Unida quienes en lugar de capitalizar el descontento, como creo que se lo merecían, van a recibir el daño de todos estos, oportunistas algunos, irresponsables otros, soñadores el resto. Quizá quede alguno que “no merecen mención”, como decía parte de un verso de un entrañable amigo que fue famoso en los difíciles años 70.

¿Todavía hay que decir porqué defendemos la abstención?

Manuel García Mata